Lo Barnechea

*Imagen de portada: Escultura Plegar el paisaje, obra de Cristián Salineros. Fotografía de la Municipalidad de Lo Barnechea.

La comuna fue creada por decreto el 9 de marzo de 1981 a partir de la subdivisión de Las Condes, sin embargo, la presencia humana en el territorio de la comuna se remonta a 7.000 años a.C.

Sus primeros habitantes fueron nómades cazadores-recolectores que durante los deshielos cordilleranos viajaban desde el litoral hacia el interior en búsqueda de guanacos ¹. Del complejo Bato, se han encontrado restos en la zona de La Dehesa, específicamente en el sector de El Gabino, donde fue hallado un enterratorio y un tembetá de piedra ².

Sin embargo, el que es uno de los hallazgos más relevantes y conocidos de la comuna y del país, es el del niño encontrado en el cerro El Plomo.  El pequeño fue enterrado vivo a 5.400 metros de altura hace más de 500 años durante  la  kapaqocha, ritual sagrado con el que los Incas agradecían al dios Inti (sol) su ayuda con las cosechas. Su cuerpo -perfectamente conservado- fue encontrado por un grupo de lugareños en 1954 y da cuenta de la importancia del lugar como adoratorio de la montaña.  

Para la llegada de Pedro de Valdivia al valle del Mapocho, los habitantes del sector eran los guaycoches, como se identificaba al grupo de indígenas que vivían en las quebradas y que se dedicaban al pastoreo de animales. Viendo el provecho de las tierras, el conquistador español destinaría la zona a la crianza de caballos y a la explotación maderera, llamándolas la Dehesa del Rey ³. En el sector, crecían grandes bosques de boldos, peumos, canelos, pataguas, espinos, además de  litres y quillayes que sirvieron para las edificaciones de la ciudad. Ejemplo de ello es la procedencia de las vigas maestras de la Iglesia San Francisco, una de las cuales tiene grabado: “Esta viga de canelo fue traída de los inagotables bosques de la Dehesa” ⁴.

Durante la Colonia, el Cabildo de Santiago arrendó la hacienda de La Dehesa para obtener ingresos estableciendo junto con ello una serie de obligaciones como parte del contrato: la entrega de cal blanca y madera para edificaciones de la naciente ciudad, el mantener caballos y bueyes para el servicio de Correos o la conducción de presos y también el dar sin costo, nieve a los miembros de la Real Audiencia y del mismo Cabildo.

Codiciado elemento que se transportaba a lomo de mula y que cuyo depósito se ubicaba en la calle de la Nevería, hoy calle 21 de mayo, a un costado de la Plaza de Armas ⁵.

En el año 1583 el Cabildo de Santiago otorgó a Francisco Páez de la Serna, un terreno plano y de regadío de 10 cuadras entre lo que es la actual Parroquia Santa Rosa de Lo Barnechea hasta la Quebrada del Ají. Esta propiedad tuvo entre sus dueños a Jerónima Justiniano, el escribano Diego Rutal y los descendientes de Mateo de Lepe, quienes en 1771 vendieron los terrenos al hacendado vasco José Antonio Bonochea. Aprovechando que los títulos originales de la merced de tierra se habían perdido, Bonochea falsificó escrituras y cambió información para hacerse de una extensión de cien cuadras ⁶.

Casi un siglo después, en 1862, el fundo fue adquirido en subasta pública por Francisco de Paula Barrenechea, cuya hacienda Lo Barnechea dio origen al nombre del pueblo, donde vivieron inquilinos y también mineros. Uno de ellos fue Guillermo Soto, pirquinero y barretero, quien convenció a los empresarios extranjeros Angel Sassi y Vicente Costa en explorar el potencial de las montañas, específicamente la quebrada de San Francisco que se encontraba dentro de la propiedad de las condesas de la Sierra Bella. Se contrató para esta tarea al cateador Nazario Elguín Leiva, quien examinó más allá de la quebrada e inscribió a su nombre un sector por entonces “sin dueño”, que daría origen a la mina más grande del país: Los Bronces ⁵.

Por su parte, la hacienda de La Dehesa fue vendida por la Municipalidad de Santiago en 1877 a Vicente Dávila Larraín. Para ese entonces, los límites eran  la hacienda Las Condes por el norte y el oriente; el río Mapocho por el sur y el cerro Manquehue y la hacienda Chicureo por el oeste ⁷.

La muerte de Dávila dejó a su esposa Carmela Ossa como propietaria de los terrenos, los que sumó a su fortuna personal heredada de su abuelo minero Francisco Ossa de Mercado. Si bien donó cinco cuadras al Fisco para que construyera un vivero de peces, los recursos fueron ocupados para instalar árboles, costear en parte el puente sobre el Mapocho y el camino hacia la entrada de la Dehesa ⁴.

Otra familia relevante en la historia de la comuna son los Labbé Vivanco que compraron la hacienda a la viuda de Dávila en 1907, cuando el sector ya era parte de la recientemente creada comuna de Las Condes (1901). En los terrenos crearon un tranque que era un paseo habitual de los vecinos del pueblo de Lo Barnechea y los inquilinos de la hacienda de La Dehesa. La descendencia de Florindo Labbé y su viuda, Rosa Balharry, comenzaron a vender porciones de la propiedad, iniciando en 1942 la historia urbana del sector ⁵.

A través del Decreto 1-3260 del 9 de marzo de 1981 se establece la nueva comuna de Lo Barnechea, sin embargo no se instalaría como hasta el 20 de mayo de 1991, siendo su primer alcalde Eduardo Cuevas Valdés.