El sector que hoy ocupa la comuna de Estación Central era una zona rural ubicada en la periferia de Santiago. Se le denominaba Chuchunco, vocablo mapudungun que se traduce como “donde se perdió el agua” o que expresado en forma de pregunta “¿dónde quedó el río?” dado el bajo caudal del Mapocho a esta altura de la cuenca. Con el tiempo, el uso coloquial le ha dado el significado de lugar remoto, alejado o de difícil acceso.
Los terrenos que hoy ocupan La Reina habrían sido habitados por la Cultura Bato, parte de las sociedades alfareras tempranas que vivieron en la Cuenca de Santiago.
En el sitio Parque La Quintrala se encontraron depósitos de basuras habitacionales de hasta 3 m de profundidad y un área de funebria de donde se recuperaron 10 enterratorios 1 correspondientes alrededor del año 200 d.C.
Los Picunches fueron los primeros en habitar los terrenos que hoy forman parte de la comuna de La Pintana. La Corona Española los entregaría como regalo al Gobernador de Chile, Ambrosio O’Higgins (1788-1796), quien a su vez los hereda a su hijo Bernardo.
Los territorios que hoy ocupan la comuna de Lampa fueron habitados mucho antes de la llegada de los españoles. De acuerdo a los restos arqueológicos encontrados en la zona, se ha establecido que aquí vivieron grupos cazadores recolectores del periodo Arcaico. Se han contabilizado al menos 21 sitios arqueológicos entre los que destacan el del estero de Chacabuco donde fueron encontrados raspadores sobre lascas, fragmentos de puntas de proyectil y elementos de molienda y el asentamiento Vegas La Fortuna, a escasos metros de la mina La Fortuna.
En el año 1571 el Cabildo de Santiago donó al capitán español Pedro de Miranda una extensión de terrenos baldíos. El soldado, que había participado de la fundación de Santiago tres décadas antes, también recibió mercedes de tierra en la localidad de Copequén, Región de O´Higgins. Las tierras, que hasta ese momento eran sólo regadas por agua lluvia, se vieron beneficadas dos siglos después, cuando en 1708 los Jesuitas construyen canales de regadío y transforman la zona en una de las más fértiles de valle del Mapocho.
Antes de la llegada de los españoles, los terrenos que hoy ocupa la comuna de La Florida era ocupada por los nativos picunches.
La historia de la comuna tiene sus antecedentes en la antigua comuna de Lo Cañas, dependiente del Departamento de Victoria creado el 22 diciembre de 1891 al amparo de la recién promulgada Ley de Comuna Autónoma y en el mismo año de la Matanza de Lo Cañas, cruento hito de la Guerra Civil donde murieron más de 30 jóvenes opositores al entonces Presidente José Manuel Balmaceda.
La Cisterna es una comuna relativamente joven, cuyos terrenos eran considerados históricamente como parte de los más fértiles del valle central, por lo que durante décadas el paisaje era dominado por quintas y parcelas que estaban dispuestas a lo largo del llamado Camino del Sur, hoy Gran Avenida.
El territorio que hoy ocupa la comuna era habitado por los complejos culturales Bato, Llolleo y posteriormente, Aconcagua. Al menos dos hallazgos de osamentas se han encontrado en el sector de Lonquén. Uno con un ajuar consistente en jarros y ollas de superficie gris alisada, posiblemente del período agroalfarero tardío (1.200 a 1.450) y otro en la localidad San Antonio de Naltagua, cuyos restos datan de los años 900 y 1470.
A la llegada de los españoles, la actual Isla de Maipo era comandada por el curaca inca Tala Canta (Talagante), con quien los hispanos acordaron el intercambio de bienes, especialmente maderas y mano de obra.
Su historia como comuna es reciente, pero la de su territorio es de larga data. En el año 1991, se conformó administrativamente la comuna de Independencia producto de la unión de parte de las comunas de Santiago, Conchalí y Renca. Sin embargo, su pasado se remonta al siglo XV cuando la actual avenida Independencia era la continuación de la red de caminos del imperio inca.
El caserío del cacique Huechuraba se encontraba aproximadamente cuatro cuadras al norte de un callejón que bordeaba el cerro Blanco (cerro Guachuraba/Huechuraba), que después sería conocido como “el callejón del cementerio”, actual calle Unión