Cerrillos

Pese a tratarse de una comuna creada en el siglo XX, la relevancia del  sector es crucial en la historia del país. A la llegada de los conquistadores españoles, este territorio se conocía con el nombre de Apochame y era comandado por el curaca Incagerulonco o Incageruloneo, uno de los jefes indígenas que participaría del primer parlamento de indios convocado por el capitán Pedro de Valdivia ¹.

De acuerdo a las Actas del Cabildo de Santiago de 1547, estas tierras fueron encomendadas a Diego de Oro ², quien fue uno de los soldados que defendió la naciente villa del ataque del cacique Michimalongo en septiembre de 1541.

Más de un siglo más tarde, en el año 1700, la inmensa propiedad que abarca el Llano de Maipo pertenece al general Pedro Gutiérrez de Lo Espejo, cuya familia la administra durante seis generaciones. El sector, privado de todo riego y escasamente poblado, es destinado a la crianza de ganado ³.

La familia Espejo vende su hijuela a Pedro del Villar, quien tras construir un canal de regadío paralelo al que tenían los jesuitas en Calera, planta diversos viñedos. Posteriormente, una parte de estas tierras conformarían la Hacienda Lo Espejo, mientras que el resto se vendería por hijuelas y lotes, las que regadas con las aguas del canal San Carlos, se transformarían en extensos campos de cultivo.

La Batalla de Maipú,  decisiva en la Independencia de Chile, se libraría entre las fuerzas leales a la corona española y el Ejército Patriota, precisamente en el entorno de la Hacienda Lo Espejo (medía 6 mil cuadras). Tras la derrota de Cancha Rayada, cerca de Talca, los independentistas se retiraron y se reorganizaron en los Cerrillos del Maipo. Se instalaron en el camino a Lonquén y en el cerro que ocupa hoy la Villa de Los Presidentes, desde donde  tenían una vista estratégica para enfrentar a los soldados españoles. El 5 de abril de 1818, el Ejército Unido argentino-chileno, liderado por el general José de  San Martín venció a las fuerzas realistas comandadas por  Mariano Osorio. Triunfo celebrado junto a Bernardo O`Higgins con un abrazo y que sellaría el dominio patriota en el valle central del país.

Fernando Errázuriz y Aldunate y su esposa Carmen Sotomayor y Elzo , dueños de la Hacienda Lo Espejo, heredan la propiedad a sus hijos en 1841, la que luego es parcelada en fundos, viñas y chacras.

Ya en el siglo XX, en 1918, se inaugura el primer barrio, Buzeta, con las llamadas casas huerto, que contemplaban espacios para cultivo en los patios. Dichas viviendas fueron entregadas a vecinos que se dedicaban a trabajos agrícolas y a ex trabajadores de las salitreras, que por oportunidades laborales, se asentaron en la capital ⁴.

Una década más tarde, la comuna viviría otro importante hito en su historia. En 1928, el filántropo estadounidense Daniel Güggenheim donó al Estado chileno 500 mil dólares de la época, con la condición de que financiaran la aviación civil nacional. Así, se compraron aviones y se adquirieron los terrenos de la chacra Los Cerrillos, de propiedad del Obispado de Concepción y donde hasta entonces funcionaba una lechería, una viña y también se producían hortalizas. El lugar era ideal para una pista de aterrizaje debido a lo largo de la planicie y a la baja densidad poblacional del sector.

La inauguración del primer aeródromo del país, en 1929, significó un cambio drástico en  la comuna, que pasó de ser tener una vida rural a una vinculada con la industria aeronáutica. En 1933 la Fuerza Aérea de Chile traspasó la administración del aeródromo a empresa pública que surgió desde las labores aeropostales, la Línea Aérea Nacional (LAN), que construyó nuevas y modernas instalaciones que permitieron la llegada de vuelos internacionales. Personalidades mundiales, como los ex Presidentes de Estados Unidos, Dwight Eisenhower y de Francia, Charles de Gaulle, la Reina Isabel II de Inglaterra y el legendario futbolista brasileño Pelé, visitarían el país a través de este terminal aéreo. 

La relevancia de Cerrillos empezaría a decaer con la inauguración del Aeropuerto Pudahuel en 1967, hoy, Aeropuerto Internacional Comodoro Arturo Merino Benítez. Sólo en los noventa adquiriría un reimpulso siendo escenario de la Feria Internacional de Aviación y del Espacio (FIDAE), evento que congregó gran cantidad de público y que se desarrolló entre 1992 y 2004.

El último vuelo en el Aeródromo Cerrillos se realizó en el verano de 2006, al tiempo que se comprometía un gigantesco proyecto: la Ciudad Portal Bicentenario. Junto a un proyecto residencial, la iniciativa incluye el Centro Nacional de Arte Contemporáneo; el Parque Bicentenario de Cerrillos  y la Villa Panamericana, que se espera albergue a más de diez mil deportistas que participarán en los Juegos Panamericanos de 2023. También se considera la futura construcción de colegios, comercio y áreas dedicadas a la cultura y el entretenimiento.