En la calle Asturias, se ubica esta espectacular mansión cuya delicada silueta inspirada en la arquitectura georgian norteamericana, refleja el espíritu original del barrio El Golf, diseñado como una urbanización moderna y elegante, con residencias rodeadas de jardines.
El arquitecto Luciano Kulczewski, considerado uno de los pioneros en emplear la arquitectura de vanguardia en Chile, fue contratado por Martín Figueroa Velasco en 1920, para construir su nueva casa en plena Alameda.
Luego de los Pactos de Mayo firmados en 1902 entre Argentina y Chile, como parte del compromiso por la paz de ambas naciones, cada país se comprometió a regalar un inmueble para establecer la embajada oficial.
El origen de la propiedad se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, siendo conformada por diferentes construcciones independientes, que fueron reformadas para dar paso a un sencillo edificio de un nivel.
Concebida como una posada para los carreteros que emprendían viaje hacia el norte, cruzando el Mapocho, este edificio se construyó durante la segunda mitad del siglo XVIII, en la antigua calle de Las Ramadas, hoy Esmeralda.
A principios del siglo XX, la apertura de la Avenida Macul propició la formación un nuevo barrio cercano al centro de Santiago, donde se construyeron numerosas casas quintas, de diferentes estilos arquitectónicos.
A fines del siglo XVI, el genovés Juan Bautista Pastene comenzó a forestar un sector de la cordillera de la actual comuna de Peñalolén. Este lugar pasará más tarde al jesuita Alonso de Ovalle, y hacia 1822, será adquirida por el jurista y escritor Juan Egaña Risco.
El origen de la comuna de Ñuñoa se encuentra en esta antigua vivienda de verano que perteneció a Gregorio Ossa y Cerda, quien era dueño de la chacra San Nicolás.
Fue la casa del científico y naturalista de origen polaco Ignacy Domeyko, uno de los intelectuales más relevantes del siglo XIX en Chile.