El primer documento oficial de la comuna se remonta al año 1550, a través del cual el conquistador Pedro de Valdivia entrega a Juan Bautista Pastene las mercedes de tierra y la encomienda de los indígenas picunches que habitaban a orillas del río Puangue, específicamente junto al cerro llamado antiguamente cerro de las Brujas, que está detrás del actual cementerio.
El italiano -que llegó a ser el almirante del Mar del Sur, además de alcalde y regidor de Santiago- recibió las tierras y sus respectivos caciques: Antequilica, Chumavo y Catalangua. El pueblo del Puangue estaba ubicado en las inmediaciones de Curacaví y en él existió un tambo que había pertenecido a los incas 1. En el lugar, que pasó a nombrarse como Tambo Viejo del Puangue, Pastene instaló una fábrica de frazadas y jarcias (cables y cuerdas para las embarcaciones) utilizando el cáñamo y lino que mandó a sembrar.