Melipilla
Por las tierras de Curacaví (piedra del festín) y María Pinto llegaron a la zona de la actual Melipilla, tribus provenientes de la Cultura Aconcagua Salmón. Orillando el estero Puangue estos indígenas avanzados en agricultura y alfarería fueron adentrándose hasta asentarse a los pies del Cerro Redondo 1. Al no contar con suficiente agua, construyeron un canal de regadío de 17 kilómetros de largo, para conducir y aprovechar las aguas de los ríos Mapocho y Maipo.
Fue precisamente esta acequia y la fertibilidad del valle, que interesó al conquistador español Pedro de Valdivia. Al llegar se encontró con el cacique Melipillán, patriarca de las numerosas tribus de la ribera del Maipo, conocidos como picones o picunches (hombres del norte en mapudungún). Tal como en el resto de los lugares conquistados, el capitán implementó la encomienda, por la cuál no eran dueños de las tierras, pero disponían de los indígenas para trabajarlas. A cambio los hispanos entregaban protección y evangelizaban a los nativos.
La zona de Melipilla y alrededores fue entregada como merced a Inés de Suárez, luego a su esposo Rodrigo de Quiroga, quien siendo gobernador del Reino, la hereda a sus descendientes 2.
Ya para el siglo XVIII, la encomienda se encontraba en poder de Constanza Chacón. En esta misma centuria la localidad quedaría fundada como villa. El 11 de octubre de 1742 el gobernador español José Antonio Manso de Velasco decreta la fundación en el territorio, al que describe con “abundante de montes y arboledas, fecundo de aguas para beber y regar, muy fértil de pastos, el cielo benigno y claro, el aire puro y apacible y, por último, muy a propósito por su aspecto y hermosura” 3.
La nueva villa bautizada como San José de Logroño de Melipilla, en honor al nombre de su fundador y su ciudad natal, fue distribuida en 38 chacras con un valor de dos pesos y medio por cuadra para los indígenas aborígenes.
Sirvió de base un pequeño centro de población originado por la fábrica de paños que había establecido en el sitio el gobernador Alonso de Ribera entre 1603 y 1605 4 para producir mantas y frazadas para el ejército español.
El diseño de las calles siguió la forma de damero español alrededor de una plaza central mayor, que tenía por sus costados la iglesia y casa parroquial, el juzgado, la cárcel, cuartel de policías y la municipalidad. Se aprovechó el canal de riego construido por los picones y se construyen casas con adobe de paja y se pintan con cal blanca 5. Desde Santiago, el superior de de la Congregación San Agustín, Francisco de Araníbar, solicita un sitio para trasladar el convento que tenía la Orden en Santa Rita de Perquilauquén y es así como se quedan con la cuadra de tierra, a dos de distancia de la plaza mayor. Más tarde le seguirían los mercedarios y los jesuitas. Estos últimos serían los primeros en instalar una escuela pública en el costado norte de la misma plaza.
Mientras la villa siguió creciendo y asentándose en el lugar, los caseríos indígenas sobrevivieron hasta fines de la Colonia 2 en el sector del Altorribaso y Las Sepulturas, que está sobre las barrancas del río Maipo 3.
Recién el 20 de enero de 1870 la villa recibió el título de ciudad, por decreto del Presidente José Joaquín Pérez.
El símbolo de mayor progreso lo traería la llegada del tren. En abril de 1874, los melipillanos le solicitaron al intendente Benjamín Vicuña Mackenna un ferrocarril que los uniera a Santiago. Hasta entonces el camino se hacía con carretas tiradas por bueyes y coches de caballos que demoraban más de seis horas. La línea férrea con sus locomotoras llegarían casi 20 años después, en 1893 como parte de un proyecto mayor que terminó conectando la capital con San Antonio y Cartagena.
El crecimiento urbano se vería reforzado con la construcción del Cementerio Municipal, el Hospital de la Ciudad y la creación del Cuerpo de Bombetos de Melipilla 3.
La Guía del Veraneante de 1962, publicación anual de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, destacaba los atractivos de Melipilla en palabras de Oreste Plath: “Ofrece en las mañanas, los días domingo, su remate o feria de animales, lucimiento de la animalada y jinetes huasos bien vestidos. Su plaza de armas brinda la policromía de sus jardines. Entre su follaje está la estatua de Ignacio Serrano y entre los jardines, don Juan Francisco González, oriundo de Melipilla. Algunas casas antiguas conservan su estilo colonial. Por las calles melipillanas correteó el guerrillero Manuel Rodríguez seguido de sus huasos. De Melipilla, a una estación cercana, El Marco, se puede dirigir a Pomaire, pueblo alfarero que se caracteriza por sus trabajos en la cerámica, ya sea servicial o la miniatura artística” 6.
El tren dejó de funcionar a fines de los años ochenta, sin embargo un proyecto espera traerlo de vuelta para el año 2026. Las obras se iniciaron en abril de 2021 y se estima que la línea cuente con 22 trenes eléctricos de última generación 7.
Melipilla viene de Melipillán, el nombre del cacique picunche que comandaba la zona antes de la llegada de los españoles.
Meli significa cuatro y Pillán, espíritu de los antepasados. Así el vocablo representa a “cuatro espíritus guerreros”, tal como lo explica el poeta oriundo Víctor Marín Calquín (1932-2004). Otra variación, traduce Pillán, como trueno, por lo que Melipilla también podría ser “cuatro truenos o rayos” 8.
Melipilla es la capital de la provincia del mismo nombre y se ubica al suroeste de la Región Metropolitana.
Pertenece a la provincia del mismo nombre y limita con la comuna de María Pinto y Curacaví al norte; con Padre Hurtado, Peñaflor, El Monte, Isla de Maipo y Paine al este. Al sur colinda con Alhué y San Pedro y al oeste con la Región de Valparaíso.
Está compuesta por 17 localidades: Bollenar, Cementerio, Chocalán, Cholqui, Codigua, Culiprán, Huechún, Los Guindos y Lumbrera. Además de Maitenes, Mallarauco, Melipilla Oriente y Poniente, Pomaire, Puangue Poniente, San Bernardo y San José.
De sus fértiles tierras se cosechan frutas (limones, naranjas y pomelos) y verduras (papas, cebollas, porotos, choclos, tomates y paltas) que abastecen la zona central y que también se exportan fuera del país.
Las avícolas, la ganadería y la lechería también son parte de las actividades productivas a gran escala. De hecho la comuna tiene la ruta de los quesos que invita a visitar las queserías de Mallarauco, Codigua y Puangue. Sin embargo, son sus “palomitas”, las vendedoras de los tradicionales dulces chilenos que agitan sus pañuelos; y las artesanías de Pomaire, las que permanecen en la memoria colectiva como sinónimo de Melipilla.
Ex Hacienda Huechún
En el lugar subsiste una casa patronal construida en el siglo XIX y que perteneció a Rafael Sotomayor, Ministro de Guerra durante la Guerra del Pacífico. Ubicada en la esquina suroriente de la intersección de calle Ortúzar con Camino el Bajo, es propiedad de la familia Bravo.
Iglesia y claustro de San Agustín
La Orden de San Agustín instala su convento de Santa Mónica en el año 1751. El complejo religioso se completó en 1893 con la construcción de la iglesia de San Agustín, ubicada al costado del antiguo claustro. Los terremotos de 1906, 1985 y especialmente el del año 2010 provocaron serios daños en la estructura de adobe obligando continuos procesos de restauración.
En 1988 ambas construcciones fueron declaradas Monumentos Históricos dada su importancia y conformación arquitectónica, que la instala como una de las últimas iglesias construida en adobe que permanece en pie en la Región Metropolitana. La torre es el elemento que posee la mayor decoración, con arcos de medio punto y una serie de elementos lobulados similares a las formas de mocárabes inspirados de la arquitectura islámica 9.
- Descarga el Decreto Nº 283 (1988)
Pomaire
El trabajo en greda de este pueblo alfarero se remonta a los diaguitas e incas que habitaron la zona. Debe su nombre a Domingo Pomaire (1690), el primer indígena bautizado en este reducto y a su hijo Tomás Pomaire, el primer gobernador de la localidad entre los años 1742 y 1745. Fundada como poblado en 1771 ha mantenido hasta la actualidad la producción de figuras en greda -entre ellas la famosa alcancía con forma de chanchito- debido a la cercanía de minas con este material.
Riqueza natural
Altos de Cantillanca es un macizo cordillerano que se extiende además de Melipilla, por las comunas de San Pedro, Isla de Maipo y Paine. Su valor patrimonial radica en ser el hogar de una flora 40% endémica, destacando la Avellanita, arbusto de la Cordillera de la Costa que se pensaba extinto. En el año 2009 fue declarado Santuario de la Naturaleza. Dos años más tarde, en el 2011 se suma a esta categoría el cerro Horcón de Piedra, también conocido como Fundo Rinconada de Chocalán.
- Descarga el Decreto Nº 28 (2011)
En tierras melipillanas nacieron el marino Ignacio Serrano Montaner (1846-1879) muerto en el Combate naval de Iquique y el militar Policarpo Toro Hurtado (1856-1921) quien comandó la expedición que incorporó a Rapa Nui al país en el año 1888. La casa familiar construida en adobe funcionó como el colegio Alonso de Ercilla.
También son de estos lares, el cronista e historiador Roberto Hernández Cornejo (1877-1966) quien fundó el diario La Unión de Mepililla y el poeta Víctor Marín Calquín (1932-2004).
El reconocido pintor Juan Francisco González (1853-1933) vivió desde el año 1920 en Melipilla dejando un legado que se presume alcanzó unas cuatro mil obras. Un busto en su honor, obra del escultor Domingo García-Huidobro Fernández (1899-1974), hermano menor del poeta Vicente Huidobro, se encuentra en los jardines de la plaza de principal de Melipilla.
En el ámbito financiero, Melipilla fundó el 18 de noviembre de 1878 un banco que tenía la autorización de emitir de billetes. La entidad de crédito dio cuenta en su época, del espíritu progresista de los habitantes de la comuna. Sin embargo, entró en liquidación para el año 1897.
Descarga y revisa la información disponible:
Libros e investigaciones:
- Itinerario patrimonial de Melipilla, de Diego Córdova. Santiago: Andros. Año 2017.
- Historia Social de los Teatros en Chile: Melipilla en el siglo XX, de Jorge Saavedra y Mario Poblete.
Sitios web:
- Municipalidad de Melipilla
- Todomelipilla.cl
Videos:
- Cortometraje documental La Selecta - Melipilla, dirigido por Diego Olave. Año 2013.
- Todo Melipilla (s.f.). Historiguía de Melipilla: Nuestras raíces. todomelipilla.cl
- Echaiz, R.L. (1975). Historia de Santiago. Curicó: Ediciones Nueve Noventa EIRL, 2017.
- Córdova D. (2017). Itinerario patrimonial de Melipilla. Santiago: Andros.
- Espinoza, E. (1897). Geografía Descriptiva de la República de Chile. Santiago: Cámara Chilena de la Construcción, Pontificia Universidad Católica de Chile y la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, 2013.
- Todo Melipilla (s.f.). La fundación de Melipilla. todomelipilla.cl
- Plath O. (1962). Guía del Veraneante de la Empresa de Ferrocarriles del Estado. Santiago: Talleres Gráficos de los Ferrocarriles del Estado.
- EFE, Empresa de Ferrocarriles del Estado (s.f.). Tren Melipilla – Estación Central. Efe.cl
- Armengol, Mons. P., 1843-1922 autor (2018). Glosario etimológico originario. Santiago: Ediciones Universidad Católica de Chile.
- Martínez, Leticia y Díaz, Cristian (2016). Iglesia San Agustín de Melipilla. Lo que no vemos. Iglesias de Santiago: Un lugar de encuentro con nuestro patrimonio. Iglesiaspatrimoniales.cl