Monumento Histórico desde 2002
Luego de los Pactos de Mayo firmados en 1902 entre Argentina y Chile como parte del compromiso por la paz de ambas naciones, cada país se comprometió a regalar un inmueble para establecer la embajada oficial. Luego de diez años, el Estado chileno, adquirió la lujosa mansión de Julio Nieto en la avenida Vicuña Mackenna, donándola a su par argentino para establecer ahí la sede diplomática.
Historia
La mansión de Julio Nieto desapareció producto de un incendio en 1943, cayendo la responsabilidad de construir una nueva embajada, en los arquitectos Alfredo Johnson y Carlos Feureisen. Pese a ser reconocidos por su vinculación con el movimiento moderno, recrearon un edificio anacrónico en esa época, inspirado en el refinado estilo neoclásico francés.
El paño de 6.500 metros permitió construir un inmueble de tres niveles, moderno y elegante, que sorprende por su cuidada fachada clasicista, con grandes pilastras, ventanas altas y balaustradas. Su interior es igual de notable, destacando una escalinata central que sube en dos tramos hasta una galería de grandes dimensiones, que organiza los diferentes recintos, todos decorados con finas yeserías, columnas, chimeneas, enmaderados y pavimento de parquet. La decoración estuvo a cargo del pintor Manuel Venegas mientras que el mobiliario y las piezas de artes decorativas, fueron encargados a Mario Matta Echaurren.
Una enorme terraza cerrada por balaustradas se dispone en la fachada posterior, mirando al jardín de la embajada. La planta baja es el área social del inmueble, mientras que el segundo nivel, se destinó a ser la residencia del embajador. Los arquitectos lograron así, crear un edificio elegante y funcional a las actividades propias de una sede diplomática.
Actualmente la residencia se encuentra en excelentes condiciones, cumpliendo una importante labor en las relaciones bilaterales entre Argentina y Chile.
El edificio es Monumento Histórico desde el año 2002.
En la calle Asturias, se ubica esta espectacular mansión cuya delicada silueta inspirada en la arquitectura georgian norteamericana, refleja el espíritu original del barrio El Golf, diseñado como una urbanización moderna y elegante, con residencias rodeadas de jardines.
El arquitecto Luciano Kulczewski, considerado uno de los pioneros en emplear la arquitectura de vanguardia en Chile, fue contratado por Martín Figueroa Velasco en 1920, para construir su nueva casa en plena Alameda.