Monumento Histórico desde 1998
Fue encargado como residencia de la familia formada por Teresa Peragallo y Arnaldo Falabella, industrial textil y propietario de la sastrería Falabella, que más tarde se convertiría en una importante tienda de retail chileno.
Historia
Para diseñar el Palacio Falabella se contrató al joven arquitecto Guillermo Masenlli, nacido en Los Andes e hijo de Rodolfo Masenlli y Clorinda Revoredo. Los planos idearon una elegante mansión con elementos de inspiración florentina, rematada por una alta torre, con diversas terrazas, loggias y corredores; que permitían apreciar el parque de la casa y la importante avenida Pedro de Valdivia. En ese entonces, epicentro de las nuevas urbanizaciones de la comuna de Providencia, ideada bajo el concepto de Ciudad Jardín.
Estas novedosas construcciones rompían con la tradicional fachada continua del centro de Santiago y se constituían como viviendas aisladas, rodeadas de jardines, con comodidades modernas, como piscinas, garajes para el automóvil y espaciosas áreas de recreo, donde disponer jardines y huertos.
El edificio llama la atención por su cuidadoso tratamiento ornamental, que incluyó delicados trabajos contratados a diferentes industrias vinculadas a la colonia italiana, como las vidrieras encargadas a la Casa Dell’Orto, los mármoles trabajados por Bottinelli y los mosaicos florentinos, ejecutados por el artista Aristodemo Lattanzi.
En su interior, destaca un foyer de doble altura con reminiscencias Art Decó, salones de corte neoclásico y un escritorio de estilo gótico. Asimismo, llaman la atención, las estructuras del jardín, piletas, terrazas y diferentes esculturas que aún sobreviven.
La familia Falabella Peragallo habitó el palacio hasta 1932, posteriormente se convirtió en la Embajada de México, y hacia 1940, fue vendida a Manuel Cruzat Vicuña, quien lo transfiere en 1948 a la Ilustre Municipalidad de Providencia, que instala ahí su Casa Consistorial, labor que cumple hasta hoy.
El edificio fue declarado Monumento Histórico en 1998.
En la calle Asturias, se ubica esta espectacular mansión cuya delicada silueta inspirada en la arquitectura georgian norteamericana, refleja el espíritu original del barrio El Golf, diseñado como una urbanización moderna y elegante, con residencias rodeadas de jardines.
El arquitecto Luciano Kulczewski, considerado uno de los pioneros en emplear la arquitectura de vanguardia en Chile, fue contratado por Martín Figueroa Velasco en 1920, para construir su nueva casa en plena Alameda.