Monumento Histórico desde 2014
Nazario Elguín Leiva fue un famoso cateador que trabajó durante años en la cordillera de Los Andes, contratado por reconocidos personajes de la minería. En 1867 tuvo un golpe de suerte, encontrando una rica veta de cobre que fue bautizada como Los Bronces, en el antiguo sector de Las Condes. Adquirió gran parte del mineral y conformó una sociedad para construir un camino y explotarlo de forma industrial. Fue tal su éxito que amasó una cuantiosa fortuna y marcó los cimientos del que será uno de los yacimientos minerales más grandes e importantes de Sudamérica.
Historia
Con un patrimonio consolidado, Nazario Elguín Leiva decidió edificar una de las viviendas más espectaculares del Santiago decimonónico, adquiriendo un solar en plena Alameda, próximo a la actual avenida Brasil. Escogió al arquitecto alemán Teodore Burchard para diseñar su palacio y a Alexandre Boulet para decorar los espacios interiores. Ambos profesionales lograron crear un magnífico edificio de cuatro niveles más una alta cúpula rematada por una aguja y un orbe con el monograma de Elguín, que lo hizo el inmueble más alto de Santiago hasta la construcción del edificio Ariztía en la década de 1920.
En su interior los visitantes se deslumbraron con un foyer de triple altura, rodeado de arquerías y con una monumental escalera central ornamentada con la escultura de un joven que descansa sobre una roca. Salones de todos los estilos fueron parte del programa: los de recepción en estilo Luis XV y Luis XVI; un salón árabe con cielos y boiseries pintados a mano; un escritorio gótico; un comedor en estilo Renacimiento francés iluminado por una claraboya con vitrales; y una sala oriental, con parquet formando el sol naciente japonés y decorado con un plafond chino.
El señor Elguín no alcanzó a ver terminado su palacio. Murió en 1885, de pulmonía. Su viuda, lo habitó junto a sus hijos Agustín Nazario y Albina, una de las primeras artistas chilenas.
El edificio asemejaba ser sólo una gran vivienda, pero en realidad se trataba de tres grandes casas siendo la principal y más grande, la central; mientras que la del oriente pertenecía a Lorenzo Elguín y la del poniente, a Luis Elguín.
El terremoto de 1906 dañó el inmueble, sufriendo algunas transformaciones, especialmente con la pérdida de la galería vidriada del último nivel y las cúpulas de remate. Posteriormente, la vivienda al oriente fue remodelada en estilo Art Decó, convirtiéndose en un edificio de departamentos en la década de 1930. Mientras tanto, el Palacio Elguín se mantuvo intacto hasta 1980, cuando se realizó un bullado remate que desperdigó para siempre los valiosos muebles y el alhajamiento interior de la mansión, que había permanecido por casi un siglo.
En la actualidad, el palacio se mantiene en buenas condiciones, conservando gran parte de su decoración y espacios originales.
Fue declarado Monumento Histórico en el año 2014.
En la calle Asturias, se ubica esta espectacular mansión cuya delicada silueta inspirada en la arquitectura georgian norteamericana, refleja el espíritu original del barrio El Golf, diseñado como una urbanización moderna y elegante, con residencias rodeadas de jardines.
El arquitecto Luciano Kulczewski, considerado uno de los pioneros en emplear la arquitectura de vanguardia en Chile, fue contratado por Martín Figueroa Velasco en 1920, para construir su nueva casa en plena Alameda.
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